Dra. Lorna Sosa
Llamamos obesidad a la situación en la cual se acumula peso corporal por la presencia de tejido adiposo, en un 20% por encima del peso medio calculado según la edad y los parámetros antropomórficos.
Si bien se trata de un desequilibrio básico entre los ingresos y los egresos, entre la ingesta y el consumo, hay detrás de él, patologías diversas.
En mi experiencia clínica recibo pacientes de varios tipos:
Hay un primer grupo de pacientes obesos que ha subido progresivamente de peso, que no tiene una mala relación con la comida, y que su obesidad es la consecuencia de un desorden en la organización general de sus vidas. Son personas generalmente con largas jornadas laborales, que se alimentan mal durante el día, (poco volumen, muchas calorías, comida de mala calidad, la llamada “chatarra”), y que comen en exceso por la noche cuando regresan a sus casas.
Estos son casos de pacientes de fácil resolución, pues lo único que necesitan es que se les organice un plan de comidas, se les instruya sobre los beneficios del ejercicio físico, y se haga un pequeño seguimiento hasta que pueda manejar la situación por sí mismo.
La acupuntura en estos casos sirve para equilibrarlo emocionalmente, calmar cierto grado de ansiedad casi siempre presente, y prepararlo para que haga la dieta.
En la otra punta del espectro están aquellos con verdaderos trastornos de la alimentación como la bulimia y la anorexia. Durante un tiempo he tratado de resolverlos con muy poco éxito, y mi opinión es que ellos necesitan un equipo multidisciplinario en donde la acupuntura podría ser parte importante del tratamiento junto a la terapia psicológica y algún tipo de organización que involucre todo su ambiente. Nunca he tenido la oportunidad de trabajar en estas condiciones.
Por último recibo un grupo con un cuadro intermedio entre los dos anteriores, con una obesidad que puede estar mantenida por factores genético-familiares, favorecida por hábitos alimenticios, y en mayor o menor medida con un cierto grado de neurosis, con dificultad para enfrentar sus emociones, y asimilar su ambiente social. Muchas veces está presente una baja autoestima junto con la subjetivación de modelos físicos impuestos socialmente.
Este grupo se beneficia mucho de la terapia acupuntural, y aunque exige un esfuerzo de comprensión, y una dedicada contención, es precisamente por ese motivo que resulta una experiencia interesante que se transforma en aprendizaje.
Desde el punto de vista de la medicina china, se trata en todos los casos de un desequilibrio debazo páncreas . Sabemos que este meridiano está vinculado con la asimilación, ya sea del alimento, así como también de todos los procesos sicológicos y del aprendizaje. Se relaciona también con el gusto y la lengua como órgano del sabor. Y desde el punto de vista de las emociones, con las ideas obsesivas o rumiantes y fundamentalmente con la compasión, emoción de tierra que representa el sentimiento de “incluir el ambiente como parte de uno mismo” (selección de lo que entra y lo que dejamos afuera de nuestro ser.)
Este desequilibrio puede ser primitivo de BP o producirse a otro nivel y secundariamente actuar sobe él.
Cuando se origina en BP puede tratarse, en los casos más leves, de un paciente con un buen nivel intelectual, estudioso, con avidez por el conocimiento y la comida, memorioso, que muy a menudo se come las uñas, y es extremadamente ordenado, su tez es amarillenta y su gordura generalmente fofa. En los casos más graves nos encontramos con la bulimia-anorexia dos entidades que para la medicina china van unidas como caras de una misma moneda.
El 3 y 4BP son los puntos que me resultan más útiles en estos casos.
Si P es el meridiano primitivamente afectado, vamos a encontrar pacientes que luego de sufrir pérdidas importantes, tratan de introyectar la figura perdida. El caso más frecuente es la viudez en parejas bien avenidas, y el divorcio de los padres en niños.
Los puntos más interesantes en este caso con el 5BP, punto metal de BP, y 9P, punto tierra de P. Punzo el punto del meridiano que tiene menos energía con respecto al otro para lo cual me sirvo del pulso.
Si R es el afectado, tenemos el temor como emoción predominante, pero es este un temor que no se pone de manifiesto, sino que permanece oculto y es necesario interrogar con detenimiento pues a través de la historia del paciente descubrimos un episodio que ha generado ese temor que no se ha resuelto o “asimilado” en su momento. Para estas personas la comida en exceso se acumula y va formando una gruesa coraza dentro de la que se sienten protegidos algunas veces, y en otras oportunidades el aumento de peso y por consiguiente de tamaño corporal, los hace sentir más fuertes, con más autoridad, imponentes.
Los puntos más importantes para este grupo son: 3R, punto tierra R, y el 9BP, punto agua de BP.
En el caso de que el proceso comience en H, encontramos un obeso con una buena masa muscular, activo, dinámico, el cuerpo engruesa parejo pero no pierde las proporciones y solo tardiamente se deforma. En este caso, aparece un marcado deseo de dulce luego de episodios de enojo no expresado, y en menos oportunidades, de aquellos que se expresan en exceso. Los puntos que más utilizo son el 3H, punto tierra de H, y el 1BP, punto madera de BP.
Si es C el meridiano afectado al comienzo, vamos a encontrar pacientes ansiosos, angustiados o impacientes, generalmente hipersensibles, de altos valores espirituales, con una máscara de alegría pero con pesimismo de diferente grado en su interior. La alegría es la madre de la compasión; y en el exceso de comida el paciente está incluyendo al ambiente dentro de sí. Los puntos más utilizados en estos casos son el 2BP, punto fuego de BP, y el 7C, punto tierra de C.
Por supuesto que esta división es solo teórica ya que en la práctica presentan a menudo elementos de muchos meridianos a la vez.
Junto con los anteriores nombrados, utilizo siempre los puntos de asentimiento vesicales de los meridianos correspondientes, y todos aquellos que me parezcan útiles para cada paciente.
En todos los casos punzo también los del microsistema de la oreja, algunos de ellos con electroestimulación con frecuencias entre 1-2Hz. e intensidad suficiente para que tenga la sensación del pasaje de corriente. Los estímulos de este tipo liberan beta endorfinas a nivel encefálico con los consiguientes beneficios que ello reporta.
Con respecto a la alimentación trato de apoyar el equilibrio ying-yang con alimentos yin, (frutas y verduras crudas) para los pacientes yang, y alimentos yang, (cereales integrales y verduras cocidas) para los pacientes yin, en las primeras etapas del tratamiento.
Cuando los síntomas me resultan muy claros, tengo en cuenta los colores y los sabores de los alimentos de acuerdo con los cinco elementos.
Bibliografía:
– Los 5 elementos de la Acupuntura y el Masaje Chino.
Lawson Wood. Ed. Visión Libros.
– O Diagnostico na Medicina Chinesa.
B. Auteroche y P. Navailh.