La raíz de loto, cómo su nombre indica, es la raíz de la flor de loto, esa bella y delicada flor acuática que decora muchos de nuestros estanques.
Es una raíz curiosa, con forma cilíndrica suele constar generalmente de 3 a 5 piezas que parecen unidas entre sí como las borlas de un collar.
El interior de la raíz tiene partes huecas, y si la cortamos en rodajas, apreciaremos una serie de orificios repartidos de forma uniforme con un resultado muy decorativo.
Según la cultura japonesa, esos agujeros se asocian con una buena visión del porvenir, motivo por el que esta raíz es consumida para celebrar la comida de año nuevo.
Esta planta se cultiva de forma habitual en países asiáticos como India, China o Japón. Sus raíces se cosechan principalmente durante los meses de otoño e invierno, periodo durante el cual curiosamente, su uso es más recomendado.
Para su consumo, se suelen cortar en rodajas y añadirlas a la preparación de sopas y salteados, quedan deliciosas en tempuras, o simplemente fritas a modo de patatas.
En nuestro país se puede encontrar en supermercados asiáticos y solo en temporada
Lo que sí es relativamente sencillo, es encontrar la raíz seca en herbolarios. Para utilizarla, simplemente hay que hidratarla en agua durante unos minutos hasta que esté tierna. Después, se puede incorporar a sopas, o bien, añadirla a salteados de verduras, estofados, etc.
Para la elaboración de bebidas medicinales, lo más práctico suele ser utilizar la raíz en polvo. La medida habitual suele ser de 1 c.c. diluida en agua caliente o té.
Esta preparación ayuda a mejorar la respiración rápidamente, pues actúa ablandando la mucosidad y facilitando su expulsión.
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Salud pulmonar:
A nivel medicinal, la raíz de loto es especialmente conocida por sus benéficos efectos en la salud pulmonar.
Curiosamente esta raíz utiliza los orificios de su interior para respirar, y se le atribuyen propiedades que ayudan a deshacer la mucosidad y mejoran los procesos gripales y catarrales, actuando como descongestionante.
El loto contiene además, enzimas proteolíticas que ayudan a reducir la hinchazón de las membranas mucosas, facilitando así la respiración y la expulsión de mucosidad y previniendo infecciones respiratorias gracias a su efecto estimulante del sistema inmune.
Las personas asmáticas encuentran en esta raíz un potente aliado, que facilita la dilatación de los bronquios permitiéndoles respirar con más facilidad.
Salud intestinal
El intestino grueso es el órgano parejo del pulmón en MTC. Curiosamente, el efecto anti inflamatorio de la enzimas que el loto contiene, ayuda enormemente a mejorar la salud intestinal.
Por un lado, reducen inflamaciones, siendo muy útiles en caso de colitis, enfermedad de Crohn, celiaquías y úlceras.
Además, disminuyen la permeabilidad y ayudan a la correcta absorción de nutrientes.
Finalmente, fortalecen el sistema inmune, contribuyendo a degradar patógenos que pueden inhibir la función de nuestro sistema de defensa.
La raíz de loto es también muy rica en fibra, ayudando así a mejorar el tránsito intestinal en personas estreñidas.
Salud cardiovascular:
La raíz de loto es especialmente rica en vitamina C, su contenido por cada 100 gr. representa alrededor del 70 % de la cantidad diaria recomendada.
La vitamina C es un potente antioxidante que ayuda a evitar la oxidación del colesterol. Solamente el colesterol oxidado se adhiere a las paredes de los vasos sanguíneos aumentando el riesgo de ateromas.
Por otro lado, las enzimas proteolíticas, ayudan a fluidificar la sangre y mejoran la circulación.
Estrés:
La flor de loto se asocia habitualmente a sentimientos de paz, tranquilidad y sosiego.
Esta asociación no le viene en vano, ya que su raíz tiene un contenido significativo de vitaminas del grupo B, especialmente la B6.
Esta vitamina suele ser recomendada en casos de estrés y confusión mental, pues contribuye a reducir estados de tensión y ansiedad.
Fuente: Macrosano