EL CÓLICO DEL LACTANTE

 
 
Los cólicos, o llantos del bebé, suelen empezar hacia las dos semanas de nacido y más o menos sobre los 2-3 meses desaparecen.
¿Qué son los cólicos?

Pues en realidad lo único que sabemos es que son llantos frecuentes del bebé que suelen empezar en la tarde-noche y que a modo de saber popular, puesto que la causa para nada es científica, se dice que son debidos a que el bebé tiene gases. Así que, sin saber muy bien por qué ni de dónde viene esa creencia, asociamos los llantos del bebé con gases o incomodidad en la tripa.
La verdad es que la causa es desconocida, y los últimos estudios apuntan más a un exceso de estrés o cansancio en el bebé, ya que aún es inmaduro neurológica y fisiológicamente y la cantidad de estímulos (auditivos, visuales, táctiles) a los que están sometidos durante el día pueden producir que en la tarde-noche necesiten “descargarse” con episodios de llanto.
— Existen medicamentos para los gases, incluso alguno para los “cólicos del lactante”. Creo que lo podemos manejar de otra forma, sin medicamentos, porque un bebé que está la mayor parte del día contento, y gana bien de peso, NO está enfermo.
— Algo que sí sabemos es que los bebés lloran menos cuando están en brazos: cárgalo, mécele, cántale, acariciále…
— Y otra cosa que también sabemos es que los bebés de pecho se calman con el pecho. Así que si eso le tranquiliza que tome pecho.
— Masaje:
· El sólo hecho de tocar una parte que nos duele ya nos calma. Fíjate qué es lo primero que haces cuando te das un golpe o te duele la cabeza por ejemplo, llevarte la mano ahí ¿no es cierto? El contacto calma el dolor.
· El calor, también alivia. Al tocar o masajear una zona hacemos que aumente el riego sanguíneo de esa parte del cuerpo, lo que hace, entre otras cosas, que se eleve la temperatura corporal en esa zona. Y el calor tiene efecto analgésico.
· La reflexología es una técnica mediante la cual estimulamos zonas reflejas situadas en los pies o manos que están relacionadas con nuestros órganos internos y reequilibran el organismo.
· La atención de mamá, el sentirse cuidado, acompañado y comprendido, creo que ese es el mayor beneficio del masaje.
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